ABUSO EN LA CENA DEL
SEÑOR
Por Roberto Torres
La
comunión es para lo mejor, no para lo peor. Son muchos lo que van a la
iglesia o templo a comulgar sin tener ni el más mínimo sentido de lo que
hace, se alinea en grande filas de personas
para ir a comer la cena del
Señor. Porque al comer la ostia, no reciben el vino que simboliza la
sangre y cada uno se adelanta a tomar su propia oblea; como si
estuviera hambre, esto no es comer la Cena del Señor Pues es que no
tienen donde comer, ni beber? (1 Corintios 11:17:22)
De
manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere de esta copa del
Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre de Cristo.
Así que, hermanos míos, cuando el ministro, pastor o sacerdote te de el
pan, esperen se los unos a los otros, estos
comulgar en conjunto, al mismo tiempo, si alguno tiene hambre coma en
su casa, Para que os reunáis para juicio? (1 Corintios 11:22,33-34)
Recuerde que el mismo Señor Jesús dijo: que el pan era su cuerpo y el
vino su sangre, la que nos limpia de todo pecado, sino no la bebes
de nada es, El es el nuevo pacto que nos pondrá sus leyes en nuestra
mente y en nuestro corazón. (Hebreos 10:16; Jeremías 31:31-34) (1
Corintios 11:23-25)
No
es cierto que en la oblea ú ostia, se encuentra por medio de la
sustansación el cuerpo y la sangre de Cristo, usted solamente comes el pan que
es el cuerpo, usted come pero no bebe, el Señor dice el que comieres y
bebieres de esta copa anunciará su muerte cuando el venga. (1 Corintios
11:26)
Sabias que las iniciales que
están en las Hostias, IHS son las siglas de dioses paganos de la
mitología egipcia, Isis. Horus y Seb y que la fila que se hace para ir
comulgar viene de una practica pagana en honor al dios del sol de los
egipcios, de ahí la forma redonda de la Hostia representado al dio sol,
la doctrina del catolicismo la cambia por JHS, para darle a
entender a sus feligreses que significa Jesús- Hombre-
Salvador
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LA CONFESIÓN
Los
Sacerdotes o Padres están constituidos a favor de los hombres según la
ley de hombre débiles para ofrecer sacrificios y ofrendas primeramente
por los pecados de ellos; para que se muestre pacientemente con los
ignorantes y extraviados, porque ellos están rodeados de debilidades al
igual que cada uno de nosotros y luego por los pecados del pueblo.
(Hebreos 5:1-3; 7:27-28; 8:3)
Una
vez al año entraba al Lugar Santísimo con sangre ajena el sacerdote a
ofrecer un cordero o machos cabríos, para su purificación y las de los
demás, lo que nunca lo hizo perfecto, ciertamente todo sacerdote está
días tras días ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos
sacrificios, que nunca puede quitar los pecados. Ni la sangre de los
toros y de los corderos, el único sacerdote fiel que se compadece de
nuestra debilidades, el que fue tentado en todo y no pecó, aquel que
traspasó los cielos y llevó nuestro pecado en su cuerpo a la cruz,
derramó su preciosa sangre una vez y para siempre es Jesús el Hijo de
Dios el sumo sacerdote del orden de Melquisedec.(Hebreos 4:14; 5:1-3;
9:7,9;10:4,11) (Levítico 10:2-34)
Si
confesamos nuestro pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y
limpiarnos de toda maldad. Confesaos vuestro ofensas unos a otros, y
orad unos por los otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del
justo puede mucho. ( Santiago 5:16) (1 Juan 1:9).
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