Tu misión
fue cumplida Ramón paz a tus restos
Ramón Máx
Espinal un hombre de fe
Ramón le dijo a Dios: Dulce y buen Señor mío, enséñame
a ser humilde y bondadoso y así lo hizo imitó sus ejemplos, amó a Dios
con todo su corazón y siguió su camino que lo
ha de llevar al cielo junto al El.
Ramón le pidió al Señor que lo enseñará a ser generoso y
así lo fue, le sirvió como lo merecías,
dio sin medida, trabajó sin descanso y a no buscó recompensa, supo que
cumplió tu santa voluntad.
También dijo Dame Señor, un corazón vigilante,
así vigiló durante décadas, y ningún pensamiento vano se alejó de El, un
corazón noble, que ningún afecto indigno rebaje, un corazón fuerte, que
ninguna pasión esclavice, un corazón recto, que ninguna maldad desvíe, y
su corazón fue generoso en servir.
En sus oraciones Ramón dijo Señor y Jefe mío, que a pesar
de sus debilidades, lo había escogido, como jefe y guardián, de sus
hermanos Scouts, hizo que su Palabra y sus ejemplos iluminarán su
camino, por el sendero de su ley y supo mostrar sus huellas divina en
la naturaleza que El has creado, Nos enseñó lo que debió, a conducir
nuestra unidades de etapa en etapa, por el campo de la dicha y el
tesoro, donde levantó su tienda junto a la de El.
Recuerda
Ramón que
oraste antes
las llamas de las fogatas que nos enseñaste hacer, y dijiste que se
levantarán
hasta el cielo y con ellas el corazón de los mortales; y que el crepitar
de sus candentes brasas llene al mundo de amor, luz y alegría; y que el
Señor bendiga a todos los que estabamos
reunidos en torno a ella.
Otra
vez Ramón oró y dijo; Señor ayúdame a encontrar la fortaleza del viejo
roble, para que ningún triunfo me envanezca, la alegría de la naturaleza
para que ninguna soledad te abatiera, la libertad del ave para elegir tu
camino, y la voluntad de dirigir así nos dirigiste para seguir siempre
adelante y servir.
Ramón bendecía sus alimentos y decía; Señor, Tú que das agua a los
campos, Tú que das tierra a las plantas, Tú que das fruto a los hombres,
danos bendito este alimento para que, vuelto fortaleza, podamos servirte
mejor. Amen.
Para
nosotros tu no has muerto Ramón en cada uno llevamos parte de tu
espíritu, por nuestras venas corre el escultimos que nos enseñaste, tus
virtudes y principios, pondremos en alto tu abnegación y lealtad
para ayudar al prójimo en toda circunstancia, cumplir y vivir fielmente
como nos formaste. Tu cumpliste
la misión ahora no tocará a nosotros y no te defraudaremos
vease
biografia
Roberto Torres
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