Memorias de Scouter
Memoria de Pancholito Inoa
SOBRE NUESTRO GRUPO
Aquí continuamos con la parte histórica que muchos no conocen sobre el
grupo y sé que otros tienen más que contar, ya que nuestro grupo al
tener 68 años de fundado, fueron tanto los que pasamos por él y sigo
diciendo que las palabras se la lleva el viento y si no se escriben,
pues volaran con ellos y la futura generación desconocerá la historia.
COMO NACE EL GRUPO ANACAONA 97, SAJOMA
En consonancia con los movimientos juveniles a nivel mundial, La Sierra,
no quedó fuera de aquel despertar revolucionario implantado, en los
60’s; sembrando las semillas de los cambios radicales y progresistas que
calaron con fuertes arraigos en el futuro que en la actualidad hoy
disfrutamos como Sénior; muy complacidos por nuestra historia, por la
vida que actualmente, en unión a nuestras descendencias abrazamos muy
orgullosos a nuestros hijos y nietos. Hemos alcanzado igualar y en más
de los casos superar, los logros de nuestros ejemplares y sacrificados
padres. Las consiguientes generaciones, nuestras descendencias
directas, tomaron la antorcha del triunfo y han catapultado nuestros
sueños a lugares inimaginables y tal como lo hicimos con nuestros
ancestros han superados con creces sus propios sueños. Basta vacacionar
por nuestro pueblo o visitar nuestros compueblanos, que igual en busca
de superarse han tomados el exilio como camino en busca de alcanzar sus
metas, y nos llenaremos de emoción del deber cumplido, de sueños
alcanzado al verles sus vidas rebosantes de bienestar, felicidad y
progresos.
Todo lo anterior, tiene un origen; hasta el gran big bang,
la gran explosión, el
principio del universo, es decir, el punto final en el que se formó la
materia, el espacio y el tiempo, tuvo un precedente. Para nada
han sido el letargo, la pereza y la vagancia los motores que movieron
las máquinas hacia el progreso del cual orgullosamente podemos hoy
enaltecernos.
Sumido en una Paz Augusta; eternamente apaciguados para no hacer nada, “porque
todo estaba muy bien”, nacimos, recorrimos nuestra niñez y tuvimos
condenados a vivir nuestro futuro perpetuado en aquella Paz
trujillista. Apenas recién habían acontecidos las luchas intestinas
del 24 de abril y habiendo alcanzado nuestra adolescencia
media, 15 a 17 años; apenas saboreando una
incipiente democracia; diríamos más bien una democracia natimuerta,
es cuando chispean los primeros destellos de aquellas llamas que como
embrión de vida procrean una criatura que sería el bastión de otras
tantas, forjando para la época aquella juventud fajadora, trabajadora y
exitosa en sus luchas. Además de estas condiciones, completamente
convencidos que, con la unión, el estudio y las orientaciones de adultos
honestos, si alcanzaríamos la verdadera Paz eterna, no solo para nuestra
generación; sino las venideras. Y el tiempo nos ha dado la razón.
Claro, que éramos los rebeldes, las ovejas negras de nuestro pueblo, los
comunistas encasillados por las verdades imperialistas de aquellos
compulsivos tiempos. Rebeldes no había duda que si lo éramos; comunistas
y/o políticos nunca; aunque si éramos anti sistema político por sus
estructuras trujillista y retrógradas. Tuvimos mentores mayores,
orientaciones de adultos honestos; quienes estaban en la cara correcta
de las monedas que corría en la época. Nos cobijaron con sus apoyos
incondicionales los sacerdotes que administraban la parroquia católica
del pueblo; entre ellos los sacerdotes canadienses: el padre Santiago,
el padre Carlos, el Padre Paulino. Igual, otras personalidades del
pueblo como El profesor José Erasmo, Víctor Díaz, el Dr. José Zarzuela,
el profesor José Pérez.
EL ORIGEN
Apenas llegando a nuestro tercer lustro; dado el grado de las costumbres
arraigadas en lugares tan aislados como La Sierra; apenas siendo
adolescentes, nuestras mentalidades eran completamente infantiles, más
bien ingenuas. Estudiar, no era una opción para nada; no teníamos
prácticamente referente alguno para forjar sueños de carreras
universitarias, excepto escuchar de dos o tres profesionales. Las
profesiones y carreras técnicas eran tan limitadas como electricista o
mecánicos, sastres, zapateros, carpinteros, pulperos, “quehaceres
domésticos”; no disponiendo estas de enseñanzas escolares. Existían
aquellas carreras encasilladas para ser ejercidas en un salón con el
olor a oficina gubernamental; cuyo futuro estaba muy definido: 25 años
de trabajo y luego 3 pesetas de jubilación; nada distantes del futuro de
las doncellas de la época: “buena esposa”, eterna ama de casa y criar
hijos. Los más cultos y estudioso, disponían de un menú tan limitado,
que no prometían postre alguno; carreras como artes y oficios,
archivista, taquigrafía, mecanografía, tenedores de libros, pendolista,
artes manuales para las doncellas…todas hacen muchos años totalmente
obsoletas e inexistente; han sido eliminadas por los constantes avances
tecnológicos.
En esa época y en esas circunstancias, tres mozalbetes cada sábado;
esperado con más ansia de lo que hoy se espera el viernes en la tarde,
nos dábamos cita en la finca de Don Edilio; otrora síndico municipal del
pueblo. Justo donde terminaban las 4 calles que horizontalmente tenía el
pueblo, en la frontera Norte del mismo. Allí al otro lado de la acera de
la calle 16 de agosto, había una caseta que funcionaba como almacén de
la finca, ahí dejábamos nuestras bolsitas de tela, haciendo las veces de
mochila. Frente al almacén un corral, lugar de caballos y vacas. El Sr.
Julio Cubita, mayordomo de la Finca, con sus lazos nos procurabas los
tres caballos que había: Uno muy alto le tocaba a Pedrito el hijo de Don
Edilio; el segundo que era tuerto y más pequeño, era el de Juano y el
tercero, más manso y pequeño era el de Pancholito. Toda la mañana de
esos sábados, ¡siento en mi interior esas cabalgatas! Vibran en mí ser
esas terapias juveniles de disfrutar la naturaleza. Luego del alocado y
sano disfrute, correteando toda la finca, venía la segunda etapa del día
de campo; Julio Cubita que tenía fama de hombre que los niños
merodeadores de fincas respetaban, nos custodiaba los 3 ó 4 charcos que
por decantación se formaban y limpiaban atravesando la finca. Eran
maravillosos y limpios, principalmente en aquellos días lluviosos. Era
ese riachuelo, el otrora famoso Río Blanco, quien para la época del 1800
y años antes motivaran que los ancestros fundadores del pueblo mudaran
el Hato San José, reducto de los canarios españoles que se escondieron
en La Sierra durante la Devastaciones de Osorio, para 1604 y se
establecieron en la meseta donde actualmente está el pueblo.
Foto 1 aprox. 1967 0 1968 Finca de Don Edilio: Pancholito, Juano, Pedro;
sentado Rafaelito
Foto 1 Finca de Don Edilio: Juano, Pedro y Nano Estévez; sentado
Rafaelito
Estaban bien sombreado por árboles que tapaban los charcos, recorríamos
charcos por charcos, según se enturbiaban por el lodo asentado en el
fondo; completa terapia de inmunización juvenil. Trepados en los árboles
sobre los charcos, replicábamos las proezas de Tarzán de la selva. Más
tarde venía el almuerzo campestre con mangos, jinas, mamones. Nuestros
hijos, nunca entenderán esa diferencia de nuestras respectivas
infancias; hay que haberlo vivido para poder llegar en tu alma.
Con el tiempo, invitamos y llegaron otros muchachones contemporáneos; no
necesariamente estudiantes como los éramos Pedro, Juano y yo; pero todos
jóvenes y con una energía que necesitábamos liberar y cuál mejor lugar
donde hacerlo que en la naturaleza serrana. Nano Estévez, El Sabaco; y
varios de nuestros hermanos muy menores también fueron a disfrutar de
aquel Disney matero.
Como siempre todo has de evolucionar a otro nivel; o estaría condenado a
desaparecer. Nos inventamos de darle otro uso al almacén de las sillas
de montar de los caballos, de las hálganas y lasos; pasamos de aquellas
bolsitas de tela, a algo un poco más decente, nos hicimos de modestas
mochilas. Recuerdo que en este nivel llegó Ramón Olivo y otros jóvenes
más. Entonces formamos lo que sería un pequeño movimiento scouts.
Completamente informal, pero con muchísimos entusiasmos. En principio,
éramos: Pedro, Juano y un servidor; además estaban Nano Estévez, El
Sabaco y Ramón Olivo. Hacíamos cortas excursiones en las fincas
aledañas; nada lejos; éramos muchachos ubicados en la adolescencia
media, 15 a 17 años;
actualmente parecen muchos años;
pero con una mentalidad completamente campesina, serrana, nos faltaba
mucho para equipararnos con los de la actualidad; parecíamos y éramos
mensos campesinitos, inocentes mozalbetes; pero eso sí, con ideales,
vigor, responsabilidad de afrontar el futuro que en la actualidad los
jóvenes se quedan en letargo y embobados virando sus celulares o tables.
Ya establecidos en nuestro almacén - local de Boy Scouts, llegaron los
momentos de los emprendimientos que afianzarían lo que fue nuestro
futuro. Nos planteamos buscar la manera de hacer un movimiento de Boys
Scouts bien organizado; con todo lo de Ley. Para esto se nos presentaron
unas series de necesidades, como: reclutar más jóvenes, realizar
actividades que nos motivaras como grupo. Requeríamos un local con libre
acceso para todos; ya que el que teníamos era en una finca privada y
familiar. Ya confrontábamos limitaciones para nuestro proyecto.
Para el primer reto, que era reclutar más integrantes para el
movimiento scouts; y que era uno de los requisitos que nos exigían desde
la Sede central de Santiago de los Caballeros. Nos planteamos realizar
una labor de ayuda comunitaria que nos motivaras y uniera como grupo y
así mismo llamar la atención con algo no acostumbrado a ver en el
pueblo: un grupo de jóvenes unidos en una acción comunitaria. Tomamos
como tarea remodelar la flora del Parque del pueblo. Aprovechando que el
padre de Pedrito, uno de los tres originales del grupo, tenía una finca
con corral de ganado en la localidad de Hoya Bellaca; allí abundaba los
desperdicios fecales de las vacas de la finca; acumulados en el corral
de ordeño.
Con la camioneta Land Rover del ayuntamiento, realizamos cientos de
viajes buscando ese abono. Para entonces ya el grupo era muy numeroso y
laborábamos con mucho entusiasmo. No como Boys scouts todavía; realmente
fue al final de los trabajos del parque que formamos el movimiento ya
formalmente. Entre los jóvenes que pueda recordar, tenemos a: Pedro
Rodríguez, Juano, Pancholito, Nano Estévez y El Sabaco ya estaban
integrado, luego llegaron Ramón Max. Espinal, José Vásquez, Pachy
Fernández, Tavo Jáquez, Sebastián Rodríguez, Pachy Rodríguez, Miguelito
Salcé, Fuche el de Pito, Orlando Estévez (la familia del Cuyo), Tomas
Torres (Tito), Fausto Santos (el Colega), José Andrés Checo (Majaré),
Rosario Checo, Chelo Mapola, nuestros gloriosos cocineros Mon y Avelino
Medina Bisonó, Ignacio Bisonó, Arcadio Goris. No necesariamente todos
estuvieron en el parque, pero si todos fueron los primeros Boys scouts
de esa épocaDespués de terminarse las labores de remodelación de la
Plazoleta del pueblo, que fue todo un éxito: de reclutamiento de jóvenes
con ideales honestos de unión y trabajo. De impacto de marketing en la
sociedad matera. De motivaciones para por fin formalizar un verdadero
movimiento de Boys Scouts en el pueblo; entonces se comenzó a
estructurar todo el movimiento scouts. Ramón Olivo con Juano Sánchez y
Pedro Rodríguez, serían la plana mayor. Logramos con los padres de la
iglesia parroquial mencionado anteriormente conseguir ayudas
incondicionales y fundamentales durante todo el tiempo durante nuestro
paso por el movimiento de Scouts. Para nada se nos exigías ser de
religión alguna; menos acudir a misas. Nunca la política caló en
nuestras relaciones de grupo; habían de todas las tendencias políticas,
esos temas nunca se debatían en las reuniones. Todos éramos iguales,
nada de discrimen, siempre respeto mutuo que aún perdura. Ahora bien,
nunca participamos en los actos gubernamentales de desfiles y
actividades oficiales del gobierno y/o del ayuntamiento. De este último
recibimos ayudas en el futuro; pues el local donde está la Barra del
difunto Chamaco y que era el local de la planta eléctrica de manejaba el
padre de Chamaco, Don Tanté y que mi padre Pancholo instaló y manejo en
un principio fue facilitado como local por muy poco tiempo.
El Salón Parroquial, debajo (sótano) de donde estaba el escenario fue
nuestro primer local, prestado por la Iglesia. Con el tiempo nos mudamos
adentro del Salón Parroquial. Tiempo después nos mudamos en donde estaba
el Seminario de la iglesia católica, en un edificio que estaba a la
entrada del mismo; en la entrada del Seminario (hoy Plan Sierra) había
un gran salón que fungía como taller de ebanistería de Seminario MSC,
allí fue donde duramos más tiempo. Era muy amplio y acogedor.
El movimiento scouts de nuestro tiempo tenía diferentes facetas de
funcionamiento. Como dijimos, no éramos políticos, todos eran
bienvenidos. Nunca fuimos Balaguerita, bochista, ni dada de políticos.
Pero tampoco, nunca dejamos de estar tocados por los ideales políticos
honestos y corrector. Si siempre fuimos opuestos a todo lo que olía a
trujillismo y sus ideales descendientes; por tanto, una facción muy
limitada de miembros: Olivo, Juano, Pedro, Pancholito, Miguelito, Mon y
Avelino y otros que no recuerdo, éramos totalmente antibalagueristas
activos y no necesariamente bochistas. De fuera (Santiago y Santo
Domingo) vinieron a socavar nuestros movimientos de scouts con ideales
radicales y siempre les pusimos impedimento de llegar a nuestros
proyectos. Y esa es la clave de todo: nuestros proyectos. A quienes más
le debíamos gratitud era a la iglesia católica y ella nunca nos exigió y
nunca dimos nada que comprometieran nuestros principios que colocara en
el medio nuestros proyectos.
NUESTROS
PROYECTOS.
Todos los
acontecimientos anteriores ocurren entre los años 1966
hasta agosto del 1971. Esa precisión de agosto del 1971 está marcada
porque fue en esa fecha que el primer grupo de jóvenes materos nos
fuimos a estudiar a la UASD en Santo Domingo. Allí llegamos a fundar la
Casa de San Antón, la residencia de estudiante universitarios de
SAJOMA, lo que yo llamaría el último proyecto fruto de aquellos
sueños de jóvenes que nació en la finca de Don Edilio y que se consolido
en verano del 1966 con el primer proyecto comunitario con
el remozamiento de la Plazoleta de Sajoma
Durante toda la historia de nuestra etapa como boys scouts (1966 -1971),
que fue cuando se funda el Grupo 97 - ANACAONA; fueron tantos los logros
y actividades que con éxitos materializamos, que recordarlos realmente
me llena el alma y me hace decir: “Misión cumplida”.
Recursos solo teníamos los que nos diligenciábamos. En el Salón
Parroquial hacíamos veladas teatrales en donde todos éramos actores y
comediantes. ¡Cuántas inocencias de nosotros o del pueblo que nos
apoyaba! O acaso es porque no había Netflix, tablet, móviles; pero nos
la gozábamos. En el Teatro Olimpo realizamos una velada de una obra
teatral del dramaturgo Franklin Domínguez titulada “Se busca un hombre
honesto” del 1963. Fue un lleno total, hicimos muchísimo dinero, con lo
cual nos equipamos muy bien.
Fue el grupo scouts Anacaona un movimiento de jóvenes materos que no
solo se limitaba a recorrer las montañas
de la Sierra. Éramos tan unidos, tan visionarios, valerosos que
irrumpíamos con todo ímpetu sobre aquellos estratos de la sociedad
matera que entendíamos había que canalizarlas por senderos del bienestar
para toda la comunidad. La oficialización del Liceo secundario Canadá
fue uno de nuestro logro que nos dio muchas dificultades; y aunque no
parezca, las razones no eran las negativas del gobierno para
oficializarlo.
Fueron personajes de nuestra propia comunidad los que ponían las
mayores trabas para impedirlos. Fueron algunos de nuestros “ilustres
profesores” lo que veían poner en peligro sus ingresos económicos si
nosotros lográbamos nuestros sueños de tener un liceo secundario con
todo lo de la ley en nuestro pueblo. Recuerdo, que como estudiantes
teníamos que esperar que llegaran de Santiago unos profesores
inquisidores; recibiendo clases en el Club, en el Parque, wao, que
presiones para los estudiantes; tuve que cursar el 4to. De naturales, a
pesar que estudié ingeniería; es que no había más nada. Los líderes
scouts y el movimiento de scouts, otros estudiantes que no eran scouts y
algunos verdaderos y honestos profesores como Dn José Erasmo Estévez,
Da. Carmen Espinal, Dn. José Pérez, Dn. Víctor Díaz no solo apoyaban
nuestras causas; también aportaba dinero.
En nuestro pueblo se tenía el Club Centro Serrano como un lugar de
esparcimientos y diversión y así realmente lo era. Fueron muchas las
fiestas en que todos participamos y disfrutamos; se recuerda con
nostalgia y alegría. Paralelo, también se tenía como un lugar de juegos
de azar; como un mal ejemplo para los viciosos. Los jóvenes de nuestra
generación lo que estábamos era por estudiar y mirábamos con recelos
esos menesteres. Nos propusimos acabar con esos malos vicios que nada
aportaba a la comunidad y realmente lo hicimos. En elecciones de socios
fuimos mayoría y acabamos con todas esas inmundicias; creo fue para el
1970, fecha en que casi partíamos a continuar nuestros estudios
universitarios. Creo que luego nosotros partir, fue recuperado por el
vicio.
Claro, aunque no menos importante los trabajos realizados en el Liceo
Canadá, el ultra plus de nuestro proyecto fue la fundación de la
Asociación de estudiantes universitarios materos. Con su residencia la
Casa de San Antón 108 altos. Todos estos proyectos y logros están atados
como hiedra a las rocas al movimiento de Boys scouts Anacaona – Grupo
97; esto es así porque los líderes de todos estos proyectos convergen en
los líderes originales de los mismos: estos son Ramón Olivo, Juano
Sánchez, Pedro Rodríguez; y los integrantes más activos de esos
movimientos juveniles eran miembros fundadores del Anacaona -97. La Casa
de San Antón 108 altos, era una propiedad en Santo Domingo donde vivía
en calidad de alquiler Da. Josefina viuda Bisonó; en diligencia con ella
se decide usarla en igual condiciones de alquiler para allí montar la
Residencia estudiantil. Ya allí vivían varios estudiantes y no
estudiantes materos y optaron por permanecer viviendo allí, pero de
ninguna manera miembros auténticos del estudiantado matero. Siempre San
Antón 108 alto fue como una especie de embajada de los materos que
visitaban la Capital.
Fue pues el proyecto de los Boys Scouts del grupo 97, nacido a mediado
del 1966 un proyecto cuyos frutos podemos disfrutarlos una inmensa
cantidad de materos; abriendo proyectos reales y culminando infinidades
de sueños personales.
Existen unas series de informaciones sobre diligencias e historias que
Ramón Olivo, Juano Sánchez y Pedro Rodríguez son las personas más
indicadas para relatarlas; pues fueron ellos los verdaderos forjadores y
líderes del Grupo 97
MEMORIA DE JOSÉ VÁSQUEZ
Quiero
darle primero las gracias a Dios, a los Boys Scouts, que iniciamos en
Sajoma, este movimiento que logramos en San José de las Matas en el año
1968, este fue el segundo grupo, porque el primer grupo compuesto por
jóvenes de este tiempo, luego algunos de ellos se casaron, otros
emigraron, salieron a estudiar otro fuera del país. Etc.
Este
grupo le llamaban Los exploradores, con el tiempo se desvaneció, y
entonces como ya teníamos conocimiento del escultismo y del Movimiento
Scout en el país, así como en Santiago La Región Marién, en Santo
Domingo, quisimos formar este grupo #97 de la Tropa Anacaona para ayudar
a la juventud.
Nota:
quiero pedir disculpa porque no recuerdo algunos nombres sino el de pila
o mote Apodo como pueden ver en la fotografía la componen: Ángel Rosario
Checo, Chelo Macola, Rafael Santelises (Che), Juan Sánchez (Juanito),
Ramón Olivo, Ramón Hernández, José Vásquez un servidor, Ramón Edilio
Fernández (Pachy) EPD, había más en el grupo, aunque no estaba en el
momento de la foto como Ramón Max Espinal y Nano Estévez. También Andrés
Torres quien tomo la fotografía.
Debo
decir que de este grupo que nos formamos dentro del escultismo, en su
mayoría fuimos buenos estudiantes, ejemplo digno de imitar como buenos
ciudadanos, desatacados profesionales en
diferentes áreas del saber, esposo de una sola mujer, con principios y
modales.
Yo me
inicien en la patrulla cuervo o Ruiseñor no recuerdo, pero luego fui
Guía después de Ramón Hernández, luego de cumplir con las estas etapas
pasé hacer Jefe de Tropa y luego jefe del Clan Tamayo.
Teníamos como filosofía de sacar a la juventud de los malos caminos y
con nuestras normas y reglas debían de alejarse de los vicios, con el
uso del uniforme se prohibía beber alcohol, no se podía fumar, debía dar
ejemplo ante la sociedad.
Aumentamos el arte y la cultura de pueblo, iniciamos los primeros grupos
de cuadro de comedia poniendo en manifiestos las veladas teatrales de la
época, participamos en La Tuna, Rondalla, Corales, así como en grupo de
baile Folclórico con las famosas Veladas del Salón Parroquial, con
entrada de 5 a 10 centavos acto para todo público. En una presentación
logramos conseguir 72,00 pesos que fue un tremendo éxito, no cabía más
personas, nunca se había visto tan lleno el Salón.
También
Marcos el Padre Misionero Canadiense, integró un grupo de canto con el
cual se participó en la clausura del Cursillo de Cristiandad de la
Herradura, donde el público le aplaudió enérgicamente, en esta actividad
asistió muchas personalidades de Sajoma recuerdo a Iván Morillo entre
otros.
Con
todo esto quiero expresarle que debemos de apoyar el movimiento Scout,
desconozco en la actualidad cono se estas llevando este grupo que esta
sirviendo a la comunidad desde tiempo inmemorables y que has dado tantos
hombre y mujeres útiles a la patria.
Sé que
hay excepciones, trate de enderezar a mi amigo y compadre Manuel Bisonó
(La Prensa) pero ni los dedos de las manos son parejos, lo que fueron de
mi generación, muchos viven fuera de San José de las Matas, en su
mayoría son personas respetables, con buenos ejemplos o modales,
creyentes en Dios.
Que
Dios Bendiga la hermandad del movimiento Scout en todo el Mundo
Atentamente: José Vásquez Preliminar para Insignia de Madera
|