Fenómenos atmosféricos y naturales
Por Roberto Torres
Como
creyente en Dios, como scouter y como artista me inspire en escribir algo
sobre estos fenómenos, me base en los escritos de J Antonio Hungría. Sé que
Dios hizo el cielo y la tierra, el mundo y su plenitud y todo lo que en el
habita, él se enseñorea y tiene el domino de todos estos fenómenos y no
debemos atemorizarnos con ningunos de ellos. (Salmos 24:1)
El relámpago, que con su señal luminoso rasga las cortinas
celestiales; el trueno, que llena los espacios con su lúgubre rumor,
presagiado el huracán e infundiendo pavor a los mozos asustadizos; el rayo
que con su poderosa descargas hace estremecer los ámbitos de la tierra e
impulsa a las manos; la tempestad, que silba como serpiente enorme y que
ruge como león hambriento, mientras el cielo, preñado de nubes negras, baña
la creación con su líquido fecundante; el ciclón, que arrasa lo mismo la
choza del miserable que la opulenta mansión del rico, que destroza los más
corpulentos árboles inunda de agua las ciudades; el bosque durante las
noches obscuras, cuando sólo se oye la sinfonía desagradable que entonan
desde sus lechos las ranas, las cigarras y los grillos, y la dulce
melancólica serenata que tocan los Pinos, las Ceiba y los Robles; el
incendio, que devora en breve momentos la riqueza más grande e ilumina, para
que los ojos contemple su obra, el teatro de su actuación; ¿no tienen todas
esas manifestaciones de cólera cierta bella superior e indescriptible?
A mí el relámpago, el trueno, el rayo, la tempestad, el
ciclón, el bosque durante las noches obscuras y el incendio me conmueven, me
estremecen, me arrebatan…. Es que en esos naturales fenómenos palpita la
excelsa belleza, lo SUBLIME.
Yo puedo describir la sensación que me causa los fenómenos
sublimes de la Naturaleza; pero siento como que mi ser se eleva y se
impregna de grandiosidad que muestran ellos, las potencias de mis facultades
como que se centuplican y mi sistema nervioso se extrémese violentamente.
¡Es entonces cuando siento el más voluptuoso de los placeres! ¡Es entonces
cuando me encuentro verdaderamente feliz!
Porque aunque Dios le permite a Satanás que nos corrijas o
nos pruebe con ellos, a los hijos de él no le llegaran mal algunos, si
nuestra fe es genuina y no nos falla, en ellos se siente la magnitud, la
grandeza, la majestuosidad y el poder de un Dios vivo omniscientes,
omnipotente y omnipresente, que te dice he me aquí, el gran yo soy, no temas
ni desmaye porque yo soy Jehová de los ejércitos.(Job 1:16,18; Josué
1:9;Isaías 1:24; 41:10; 44:6)
Si todavía no te considera hijo de Dios te invito que ore de
corazón esta oración para que te cuente como hijo legitimo
“Oh Señor mío, Dios mío, vengo ante tu presencia con un corazón contriste y
humillado, reconozco que soy un pecador, lávame con tu preciosa sangre, te
acepto como mi único y suficiente salvador de mi vida, no soy digno de
levanta mi cabeza antes tu presencia, pero glorifícate de una manera muy
especial e inscríbeme en el libro de la vida, en el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo te lo pido, Amén”.
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