Dr. Fausto
Rodríguez
Ramón Edilio Rodríguez Luna o cariñosamente el Dr. Fausto Rodríguez,
nació el 20 de septiembre de 1936, en el municipio de Jánico. Es el
mayor de 5 hermanos, hijo de Ramón Edilio Rodríguez de la Hoz y María
Caridad Luna Fernández o Doña Cachan como todos la conocimos
Curso sus estudios primarios en San José de la Matas, y en Santiago
cursa su educación media en el liceo Ulises Francisco Espaillat (UFE).
Después de concluir su bachillerato, se traslada a Santo Domingo e
ingresa en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde obtiene el
título de Doctor en Medicina, en octubre de 1962. Luego hace su pasantía
en el hospital de San Cristóbal. Poco después, en 1963 se traslada a
Estados Unidos y hace su especialidad en Gastroenterología, en la
Universidad de Pensilvania. Retorna a República Dominicana, donde
empieza ejercer su profesión como médico.
El Dr. Fausto trabajo en Santo Domingo con el Dr. Iñiguez. Con la
señora, Rosa Cristina Herrera, procreó 3 hijos, Raquel, Isabel y
Ramón Edilio y con la señora Elorida A. Rodríguez, 4 hijos; Julia,
Patricia, Francisco y Alberto.
Ejerció su profesión por más de cuarentas años en el pueblo de San José
de las Matas. El Dr. Fausto es un hombre muy afable pero con carácter
muy fuerte. Como medico se destaco en el municipio y siempre ayudo al
más necesitados. véase médicos
Sanjosematenses
Actualmente no ejerce su profesión y como siempre ha sido un amante de
la naturaleza, la mayor parte de su tiempo lo dedica al cuidado del
medio ambiente. Mucho antes de que se iniciaran las operaciones del Plan
Sierra en pro de la reforestación de La Sierra, ya el Dr. Fausto
enseñaba a los scouts de los peligros de la deforestación. En 1978 y
1979, en colaboración con el Grupo Scout 97
(Clan de Rovers Tamayo, Tropa Anacaona, Guías Scout, Alitas y Lobatos)
el Dr. Fausto inicia la primera campaña de reforestación masiva donde se
involucran individuos que no pertenecían al gobierno. Aun así, el Dr.
Nunca ha sido reconocido por sus labores en pro de la comunidad y de
educar para salvaguardar los bosques y el suelo.
Por otra parte has mantenido un pulmón de árboles en
el centro de la cuidad y no permite que nadie tumbe un solo árbol, tiene
un estudio arqueológico y geológico sobre nuestro territorio que aún no
ha sido publicado, el cual quiere que en Instituto de Ciencia
dominicano lo conozca para futura generación.
Parte del pulmón que mantiene la frescura de pueblo, y de donde se puede
aprecia la elevaciones más importante de la cordillera central. |